martes, 8 de febrero de 2011



Quizás tenía yo razón. Quizás iba a llegar un punto en el que, después de tanto tiempo, me aburriera de hacer siempre lo mismo, de la rutina. Quizás tenia que llegar el momento en el que me aburriera de verte dos veces a la semana. Que me cansara de hablar contigo media hora todos los dias. Que me hartara de la sensación de sorpresa cuando me llega un mensaje tuyo. Que me acostumbrara a eso, a la rutina.


La de deambular por las calles sin ningún sitio a donde ir. De comer hamburguesas por toda nuestra familia. De el “tú Fanta, yo Coca-Cola”. De divertirnos siempre de la misma sucia manera.


La rutina de controlar los portales que normalmente se quedan abiertos por la noche. La de acordarse de quitarle el sonido al móvil. La de visitar todas las últimas plantas de los edificios en los que nos colamos. La de ponerme la mano en la boca para que no nos oigan pero que realmente no sirve de nada…

Estoy bastante harta de esa rutina, sí.



BENDITA RUTINA.