miércoles, 9 de marzo de 2011

The end.

Hace 158 horas que te fuiste y todavía no lo asimilo.

Y es que aún no me acostumbro al vacio que has dejado dentro de mi tras tu muerte.
Aún no me hago a la idea de vivir sin ti.
Todavía no afronto la rutina diaria sin que tú estés aquí conmigo.
Todavía no he reorganizado mi agenda para anotar el ir a poner flores frescas a tu tumba de vez en cuando.
Tulipanes, los que más te gustaban.

Es como si siguieras aquí.
Las alegrías que me proporcionaste las sigo recordando.
Los sentimientos que afloraron en mi por tu intercesión y las emociones que erizaron los vellos de mi nuca las sigo sintiendo.
No puedo creer que te hayas ido, que no estes conmigo.
Tu vida fue corta pero intensa, y tu muerte rápida pero dolorosa.
Como recuerdo me dejaste una masa de piel y huesos que de poco me sirve ahora que no estás aquí.

Quizás debería irme contigo, a 3 metros, y no sobre el cielo.
Bajo tierra.
Ir a acostarme junto a tu nicho .
Llorar frente a tu lapida, y releer su inscripción por si acaso así el olvido coge prisa.

AQUÍ YACE EL ALMA DE *****
1992-2011
Tu dueña no te olvida.



Dadme el pésame porque estoy muerta por dentro.

4 comentarios:

  1. genial wen ;)
    no sabía que tenías blog, me iré pasando por aquí.

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  2. Ese alma que muere siempre termina renaciendo. Has de saberlo :)

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  3. que triste lo que escribiste, realmente me llegó. Un beso

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