En el juego de la vida las reglas no están escritas.
Puedes elegir el camino que quieras, pero la meta viene a ser para todos la misma.
Reúne en tu
equipo a aquellos que más se asemejen a tí y con los que vayas a aprender durante el transcurso de la partida.
A lo largo del juego tropezarás con muchos obstáculos que deberás superar mediante esfuerzo.
Pasarás por varios niveles y con los años las misiones serán cada vez más complejas.
También encontrarás tramposos cuyo fin será derrotarte mediante el juego sucio, pero no te rindas.
No te creas las mitad de lo que oigas o digan, pues conocerás a muchos de esos que se comen una y cuentan veinte...
Durante la partida te harás muchas preguntas, solo que en algunos casos no encontrarás las respuestas al dorso. Eso sí, aprende de cada una de ellas pues en el futuro te servirán como enseñanza.
Los movimientos erróneos no podrán ser rectificados, además perderás un turno para que pienses dos veces la próxima vez.
Ten presente que en tu camino hacia la meta, las decepciones juegan con ventaja.
Por supuesto, está terminantemente prohibido usar a nadie como comodín.
La ambición te llevará a comprarte una casa en el centro, otra en la playa, otra en el campo...pero ten presente que aquí el dinero no está hecho con recortes de colorines, así que prescinde de aquello que no sea esencial.
Puede que el dolor y la tristeza te pongan en
jaque, pero tus amigos y familia serán las
torres que edificarán tu felicidad.
No te canses de buscar al Wally que complete las piezas de tu puzzle :), aprovecha cada segundo pues el reloj de arena avanza, y recuerda que al final de todo es el
tiempo el que gana la partida...