Him.

Tras un largo silencio Marta se decidió a verbalizar la pregunta que le rondaba la mente:

-Ha estado bien, verdad?
-Bien...el qué?
-Todo este tiempo que hemos pasado fingiendo que no nos importábamos, ha sido divertido, al principio me molestaba, pero con el tiempo le cogí el gusto a no saber si despues de hablar contigo toda la noche, a la mañana siguiente ibas a mandarme a la mierda...

La respuesta pilló de improvisto a Mario. No es que Marta fuera la persona más habladora del mundo, pero estaba claro que cuando quería decir algo era directa y no se andaba con medias tintas. En esta ocasión, no iba a hacer ninguna excepción.

-Sabes que siempre me has importado aunque pareciera que...
-Ya, ya –le interrumpió- si ya te conozco, se cómo eres y se cómo demuestras cuando alguien te importa...a pesar de todo era emocionante jugar a que nos dábamos igual, me creabas inseguridad y eso me hacia cuidar los detalles
-Jaaajajaja, lo veías como un juego?
-Claro, qué sino? Era nuestra particular forma de divertirnos...a ojos de los demás, incluso ante mis propios ojos, yo no era nadie para tí, pero una pequeña parte de mi sabía que no era cierto...
-Y como ha acabado el juego? Has ganado o perdido?
-Claramente he perdido...
-El qué?
-A tí.